domingo, 7 de junio de 2015

Analisis de Poema: Adiós

Adiós

En costa lejana 
y en mar de Pasión, 
dijimos adioses 
sin decir adiós. 
Y no fue verdad 
la alucinación. 
Ni tú la creíste 
ni la creo yo, 
«y es cierto y no es cierto» 
como en la canción. 
Que yendo hacia el Sur 
diciendo iba yo: 
«Vamos hacia el mar 
que devora al Sol». 
Y yendo hacia el Norte 
decía tu voz: 
«Vamos a ver juntos 
donde se hace el Sol». 
Ni por juego digas 
o exageración 
que nos separaron 
tierra y mar, que son 
ella, sueño y el 
alucinación. 
No te digas solo 
ni pida tu voz 
albergue para uno 
al albergador. 
Echarás la sombra 
que siempre se echó, 
morderás la duna 
con paso de dos... 
Para que ninguno, 
ni hombre ni dios, 
nos llame partidos 
como luna y sol; 
para que ni roca 
ni viento errador, 
ni río con vado 
ni árbol sombreador, 
aprendan y digan 
mentira o error 
del Sur y del Norte, 
del uno y del dos!


El poema a analizar se titula "Adiós", escrito por Lucila Godoy Alcayaga, más conocida como Gabriela Mistral. El libro es parte de "La ola Muerta" de la obra Tala, escrita por Gabriela Mistral y publicada el año 1938 en Buenos Aires, Argentina. En este poema se nos muestra un amor que se ha interrumpido pero no terminado. Hay razones para la separación, pero también hay para que los amantes se sigan encontrando. El poema comienza con una situación temporal indefinida. Una relación en el pasado, apasionada, importante para los dos que termina, pero que termina con una segunda despedida. Como la marea, las olas, el amor se va pero parece que con la esperanza de que no sea un final definitivo. Y esta sensación crece cuando se muestra que esa despedida no ha sido tal, ha sido una alucinación. Ninguno de los dos cree en ella, ninguno de los dos la quiere. 

A través de un verso ficticio de la letra de una canción, los amantes se han separado, uno hacia el norte y otro hacia el sur. Sin embargo, esos caminos que toman cada uno de ellos, en realidad lo que hace es dirigirlos al mismo destino, ya que terminarán por encontrarse, es decir, su destino es estar juntos. El hablante del poema se concentra en la necesidad y a la vez deseo de estar juntos, donde no existe obstáculo que pueda separarlos. No hay tierra o mar que les impida estar cerca del uno del otro. Para la protagonista es tan importante y tan sincera la relación que, aunque este esté solo, realmente ella estará presente con él. Los recuerdos que tienen ambos personajes son importantes y son los que le dan fuerza al amor entre ellos. Las imágenes de la sombra de ambos paseando por las dunas de una playa parece demostrar que aunque él pasee sólo por el mismo lugar, ella se convertirá en la sombra de él, en su recuerdo, representando que siguen juntos. 

La figura literaria más relevante en el poema "Adiós", es el paralelismo, con el cual también termina el poema. Los ejemplos de paralelismos están representados en los que, para ella, no existe el concepto de separación, y hay elementos que no pueden separarse, como por ejemplo en el cuerpo los ojos, las piernas, los brazos o las orejas, la relación, el amor de ambos tampoco puede separarse. Son uno solo, entre ellos dos. Ni persona ni religión, ni el paso del tiempo, ni cualquier obstáculo que pueda haber podrá separarlos.

En conclusión, a través de los versos se le presenta al lector  una idea de amor incondicional hacia la persona amada, que está representado por los dos amantes. 
No importa el tiempo, la distancia, la separación que pueda haber, cuando dos personas se quieren nada les impide estar juntos aunque la distancia o las circunstancias lo impidan. 








Antología

Poema I
Cobre


Están redimiendo el cobre
con las virtudes del fuego.
De allí va a salir hermoso
como nunca se lo vieron
las piedras que eran sus madres
y el que lo befó por necio.

Suba el Padre Cobre, suba,
que naciste para el fuego
y te pareces a él
en el fervor de tu pecho.
Todavía, todavía
no confiesas el secreto
del amor y de la fiebre
que está en tus piedras gimiendo.
Nadie te habrá dicho hermoso,
porque el pecho no te vieron.

Día a día te volviste
la pobre piedra quedada,
la pobre piedra que duerme
y dura y odia la llama
y eres, ya, todos tus muertos
antes de ser sepultada.

Helados, llanto y sonrisa,
la oración y la palabra,
el amanecer la siesta
y la oración no arribada.
Ya es lo mismo, ya es igual
la mudez que la palabra.


-Poema de Chile


Este poema me llamo la atención por lo que significa el cobre para Chile como país. Me sorprendió como Gabriela Mistral le dedicara un poema al cobre, y no solo eso si no como lo describe. Describe el cobre como algo "hermoso". Pero el motivo del poema es lo que más me llama la atención, ya que tal como lo dice el poema, "están redimiendo el cobre" esto significa que están liberando al cobre de su obligación, de un dolor o de una situación penosa. Da para que lo interpreten de muchas maneras, pero yo lo veo como que están liberando al cobre de ser un sobre-explotación en el país. Ya que "día a día te volviste la piedra quedada, la pobre piedra que duerme". 



Poema II
PATAGONIA
A la Patagonia llaman
sus hijos la Madre Blanca.
Dicen que Dios no la quiso
por lo yerta y lo lejana,
y la noche que es su aurora
y su grito en la venteada
por el grito de su viento,
por su hierba arrodillada
y porque la puebla un río
de gentes aforesteradas.

Hablan demás los que nunca
tuvieron Madre tan blanca,
y nunca la verde Gea
fue así de angélica y blanca
ni así de sustentadora
y misteriosa y callada.
¡Qué Madre dulce te dieron,
Patagonia, la lejana!
Sólo sabida del Padre
Polo Sur, que te declara,
que te hizo, y que te mira
de eterna y mansa mirada.

Oye mentir a los tontos
y suelta tu carcajada.
Yo me la viví y la llevo
en potencias y en mirada.

-Cuenta, cuenta, mama mía
¿es que era cosa tan rara?
Cuéntala aunque sea yerta
y del viento castigada.

Te voy a contar su hierba
que no se cansa ni acaba,
tendida como una madre
de cabellera soltada
y ondulando silenciosa,
aunque llena de palabras.
La brisa la regodea
y el loco viento la alza.
No hay niña como la hierba
en abajar bulto y hablas
cuando va llegando el puelche
como gente amotinada,
y silba y grita y aúlla,
vuelto solamente su alma.


- Poema de Chile

Este poema me llamo la atención por la misma razón que el poema anterior. La Patagonia es algo único que tiene Chile como país, ya sea por su belleza, naturaleza, o paisajes. Lo que más me llama la atención es lo que hace Gabriela Mistral con la Patagonia, describiéndola como algo que dios no quiso por lo yerta y lejana, pero a la misma vez dice que hablan demás los que nunca tuvieron a la Patagonia, como señal de aprecio hacia ella. 


Poema III
Adiós 

En costa lejana 
y en mar de Pasión, 
dijimos adioses 
sin decir adiós. 
Y no fue verdad 
la alucinación. 
Ni tú la creíste 
ni la creo yo, 
«y es cierto y no es cierto» 
como en la canción. 
Que yendo hacia el Sur 
diciendo iba yo: 
«Vamos hacia el mar 
que devora al Sol». 
Y yendo hacia el Norte 
decía tu voz: 
«Vamos a ver juntos 
donde se hace el Sol». 
Ni por juego digas 
o exageración 
que nos separaron 
tierra y mar, que son 
ella, sueño y el 
alucinación. 
No te digas solo 
ni pida tu voz 
albergue para uno 
al albergador. 
Echarás la sombra 
que siempre se echó, 
morderás la duna 
con paso de dos... 
Para que ninguno, 
ni hombre ni dios, 
nos llame partidos 
como luna y sol; 
para que ni roca 
ni viento errador, 
ni río con vado 
ni árbol sombreador, 
aprendan y digan 
mentira o error 
del Sur y del Norte, 
del uno y del dos!

Este poema me llama la atención en como Gabriela Mistral se concentra en la necesidad y a la vez deseo de estar junto a alguien y que ningún obstáculo pueda separarlos. Como lector, de este poema me llevo un sentimiento de lo que es el amor para Gabriela Mistral, ya que pienso que en el poema se debe ver reflejado algún amor que tuvo en su vida, u alguna experiencia parecida a la que expresa en "Adios". 


Biografía Gabriela Mistral

Biografía:

Gabriela Mistral ( 7 de abril de 1889 Vicuña, Chile - 10 de enero de 1957 Nueva York, Estados Unidos) fue una de las principales figuras de la literatura chilena y latinoamericana. Destacó en diferentes ámbitos como poetisa, diplomática, feminista y pedagoga. Mistral se convirtió en la primera iberoamericana en ganar el Premio Nobel de Literatura, en el año 1945.

Hija de un profesor, Juan Jerónimo Godoy Villanueva, y de Petronila Alcayaga Rojas, de ascendencia vasca. Gabriela Mistral nace en Vicuña, ciudad en la que hoy existe un museo dedicado a ella en la calle donde nació y que lleva hoy su nombre. A los diez días sus padres se la llevaron a La Union, pero su "amado pueblo", como ella decía, era Montegrande, donde vivió de los tres a los nueve años, y donde pidió que le dieran sepultura. 

Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, como se llamaba de nacimiento, participó del concurso los "Juegos Florales" en el año 1914 donde obtuvo su primer premio de literatura, por sus Sonetos de la muerte. 
Desde entonces utilizó el seudónimo literario "Gabriela Mistral" en casi todas sus obras, en homenaje a dos de sus poetas favoritos, el italiano Gabriele D'Annunzio y el francés Frederic Mistral. En 1917, Julio Molina Núñez y Juan Agustín Araya publicaron una de las más importantes antologías poéticas de Chile, Selva lírica, donde Lucila Godoy aparece ya como una de las grandes poetas del país. También destacó como pedagoga, desempeñó el cargo de inspectora en el Liceo de Señoritas de La Serena. Esto también le sirvió para salir al extranjero, donde visitó Mexico, Estados Unidos y Europa estudiando las escuelas y métodos educativos de estos países. Vive de norte a sur en Chile, y durante su estancia en la Araucanía conoció a un joven llamado Neftalí Reyes, quien posteriormente sería conocido mundialmente como Pablo Neruda. 

A lo largo de su vida la gente en Chile le reprochó su falta de estudios profesionales y por el hecho de ser mujer, y fue por eso que es mejor reconocida en el ámbito internacional que nacional. Forma parte de los movimientos Posmodernismo y Vanguardia. Desolación, es considerada su primera obra maestra, la cual apareció en Nueva York en 1922 publicada por el Instituto de Las Españas, a iniciativa del director Federico de Onís. La mayoría de los poemas que formaron este libro los había escrito diez años antes mientras vivía en Coquimbito. El 23 de junio de ese año Gabriela Mistral, en compañía de Laura Rodig, zarpó hacia México en el vapor Orcoma, invitada por el ministro de Educación José Vasconcelos. Allí permaneció casi dos años, trabajando con los intelectuales más destacados del mundo hispanohablante en ese entonces. 

Después de una gira por Estados Unidos y Europa, volvió a Chile, donde la situación política era tan tensa que se vio obligada a partir de nuevo, esta vez para servir en Europa como secretaria de una de las secciones de la Liga de Naciones en 1926; el mismo año ocupó la secretaría del Instituto de Cooperación Internacional, de la Sociedad de las Naciones, en Ginebra. En 1924 publicó en Madrid Ternura, libro en el que practicó una novedosa "poesía escolar", renovando los géneros tradicionales de la poesía infantil (por ejemplo, canciones de cuna, rondas, y arrullos) desde una poética austera y muy depurada. Petronila Alcayaga, su madre, murió en 1929, por lo cual le dedicó la primera parte de su libro Tala.

Gabriela Mistral fue nombrada cónsul en Nueva York en 1953, cargo que consiguió para estar junto a la escritora y bachiller estadounidense Doris Dana, a quien había conocido en 1946 y quien fue receptora, portavoz y albacea oficial. En 1954, Gabriela Mistral fue recibida con honores tras la invitación del gobierno de Chile encabezado por Carlos Ibañez del Campo. En esa ocasión la acompañó Doris Dana, a quien la prensa nacional identificaba como "la secretaria de Mistral", y que pisaba tierra chilena por primera y última vez. 

Mistral tenía diabetes y problemas cardíacos. Finalmente murió en el Hospital de Hempstead (en la ciudad de Nueva York) a causa de un cáncer de páncreas, el 10 de enero de 1957, a la edad de 67 años, estando Doris Dana presente.

Obras:


  • Desolación, Instituto de las Españas en los Estados Unidos, Nueva York, 1922.
  • Lecturas para mujeres. Destinadas a la enseñanza del lenguaje, con prólogo de Palma Guillén. México: Departamento Editorial de la Secretaría de Educación de México, 1923.
  • Ternura. Canciones de niños: rondas, canciones de la tierra, estaciones, religiosas, otras canciones de cuna. Madrid: Saturnino Callejas, 1924.
  • Nubes blancas: poesías, y La oración de la maestra, B. Bauza, Barcelona, 1930.
  • Tala, Editorial Sur, Buenos Aires, 1938
  • Antología, selección de la autora; Editorial Zig Zag, Santiago, 1941.
  • Los sonetos de la muerte y otros poemas elegíacos. Santiago: Philobiblion, 1952.
  • Lagar, Editorial del Pacífico, Santiago, 1954.
  • Recados, contando a Chile. Santiago: Editorial del Pacífico, 1957.